El tiempo, esa cosa tan preciada que por momentos pasa tan rápido y otros tan lento. El tiempo es, pienso, clave en el aprovechamiento de nuestros entrenamientos. Es, esa hora u hora y media, ese momento tan ansiado por los chicos al finalizar sus clases y al que llegan con toda la ilusión del mundo por pasar un gran momento y aprender nuevas cosas, por eso es clave el tiempo.
Aunque 5 minutos de cada entrenamiento nos puedan parecer pocos, suman mucho a final de temporada. |
El tiempo de entrenamiento no debe ser una cantidad de minutos a rellenar de tareas, tratando de que se reduzca lo máximo posible, con prisas, con intenciones puramente económicas o de comodidad con actividades de relleno. El tiempo es fundamental. Cada minuto, la puntualidad, el aprovechamiento total desde el primer al último segundo, desde la llegada de los niños al vestuario para cambiarse hasta la ducha de regreso a casa. Todo esto es entrenamiento. Todo forma parte de ese intervalo en el que el niño se habitúa a una disciplina temporal y en ella le ayudamos a sacar el máximo partido a todo lo que practica y entrena, todo ello en la medida de lo posible.
De nada vale arañar de aquí y de allí, un poquito del principio y un poco del final. El poco tiempo del que disponemos semanalmente debería ser aprovechado en su práctica totalidad. Las consecuencias de ese esfuerzo y aprovechamiento casi con seguridad llegarán con el tiempo junto con la dinámica de disciplina y puntualidad, lo que en un futuro favorecerá a la asimilación de unas normas y valores que se agradecerán con los años.
Una planificación correcta del propio entrenamiento por parte del entrenador, una disciplina o normativa de horarios con todos los niños y padres, un esfuerzo constante y diario de tiempo para poder preparar todos los ejercicios y que sea posible ya tenerlos predispuestos antes del entrenamiento y desde luego tener claro y ya en mente qué se quiere llevar a cabo, trabajar y conseguir con cada sesión planificada pueden ser las claves en todo esto.
Olvidémonos de la tacañería de esos minutos. Aunque nos parezca poco, 5 minutos de cada entrenamiento por unos ciento y pico de entrenamientos anuales suponen pérdidas totales de varias horas de entreno.