domingo, 3 de noviembre de 2013

EL ENTRENAMIENTO: la coordinación...

Es, sin lugar a dudas, el aspecto que antes debemos comenzar a trabajar desde los niños más pequeños. La coordinación es un aspecto físico que, bien trabajado, nos permitirá dotar a los pequeños de una mejores cualidades técnicas, físicas y psicomotrices a lo largo de su desarrollo. Es, por lo tanto, pilar fundamental en el inicio de su desarrollo físico y futbolístico, base de su crecimiento y de la cual debemos partir en el aprendizaje de muchas otras direcciones. De nada vale tener otras muchas condiciones sin poseer, los pequeños, una buena capacidad de coordinación en sus movimientos que le lleguen a permitir en un futuro un mayor dinamismo, velocidad, agilidad y movilidad, sin olvidar las mejores técnicas y tácticas que por supuesto generará.

Lo ideal es comenzar a trabajar el aspecto de la
coordinación cuanto antes, a edades muy tempranas.
Andar y correr adecuadamente es lo primero para un niño deportista, a lo que debemos añadir una mayor movilidad en términos más amplios y con el pase de las sesiones como los movimientos en diferentes direcciones, los saltos, las entradas, el equilibrio... todo un conjunto de posibilidades que siempre será de ayuda al juego del niño dentro del terreno de juego. Todo ello, un compendio de posibilidades que, si no existe responsabilidad y capacidad de trabajo por parte del cuadro técnico, podrán lastrar un adecuado desarrollo de los propios chicos con consecuencias irreparables y que en nada ayudará a su crecimiento tanto deportivo como personal.

Es cierto que pueden parecer por lo general tareas lentas y pesadas a la hora de trabajarlas, a veces difíciles de llevar a cabo o de coordinar si no existe una dinámica de entrenamiento pero que, con su asentamiento en una parte de cada una de las sesiones de entrenamiento acabará llegando a ser clave en este trabajo y por supuesto muy divertido para el grupo de chicos, lo que evidentemente ayudará también a su asimilación y a un mayor ímpetu a la hora de su realización, cosa que claramente suma.

Son muchas las opciones, desde técnicas más profesionalizas a otras más caseras y prácticas pero que, en caso de falta de recursos que nos permitan acceder a materiales e instrumentación específica y siempre manteniendo la integridad física de los pequeños, evitando golpes o lesiones, podremos adecuarnos con materiales más comunes y de otros usos. Desde barras de plástico, escaleras de coordinación, setos, conos, balones, aros... hasta tubos de cañerías, conos altos, barras, telas... hay mil y una posibilidades.