lunes, 24 de febrero de 2014

FÚTBOL BASE: Jugadores polivalentes...

Hoy en día y con los tiempos que corren todos sabemos que no está de más contar con la capacidad de poder defendernos en diferentes ámbitos, en diferentes temáticas y tener la posibilidad de adaptarnos a variadas alternativas que nos permitan optar a dispares oportunidades, entre las pocas que existen, que nos puedan surgir. Para ellos es fundamental disponer de un amplio abanico de conocimientos, de una base variada que nos permita poder reorientarnos, adaptarnos y aportar alternativas a un mundo tan cambiante.

Es necesario trabajar la polivalencia en edades
tempranas, no tender a especializar a los
niños tácticamente.
Es el fútbol también un claro ejemplo de ello. Requiere de esa clase de jugadores que puedan ofrecer variedad de recursos y alternativas para poder, en caso de necesidad, salir al paso y ofrecer al técnico posibilidades óptimas y fiables antes la urgencia de una inmediata necesidad del equipo. Entra en juego ahí el fútbol base como elemento formativo y dotador de capacidades a los niños, como elemento enriquecedor.

Mediante él, debemos dotar a los pequeños; además de un amplio abanico técnico, físico y educativo psicológico; de una gran aportación experimental en materia de posibilidades tácticas, es decir, no podemos, por norma general, empezar por la especialización de posiciones ya que de este modo y de manera prematura, caparíamos al niño de diferentes posibilidades de riqueza, de desarrollo y de vivencias en diferentes demarcaciones en el terreo de juego.

Nuestra responsabilidad pasa por no marcar o cerrar de manera temprana el desarrollo futuro del pequeño. En nuestras manos queda el aportarle recursos y experiencias ricas en variedad, en este caso en permitirle el acceso a diferentes puestos dentro de un esquema táctico y a saber asumir y entender la "responsabilidades" deportivas que cada uno de ellos acarrea.

La polivalencia es una riqueza que el niño, en un futuro, agradecerá y desde luego verá premiada, ya que siempre le otorgará mayores alternativas de juego al técnico, junto con mayores capacidades para él y relativamente mayores posibilidades de éxito. El futuro le podrá venir marcado por su trabajo y es posible que dificultad de adaptación y de comprensión en la época de base, pero con delicadeza y un correcto trabajo explicativo seguramente pueda acarrear un correcto entendimiento sobre un tema que en su futuro futbolístico no será nada más que positivo y ventajoso competitivamente. La polivalencia táctica es una gran riqueza. La especialización, que tampoco es necesariamente mala, es mejor que llegue hacia edades más maduras.

martes, 24 de diciembre de 2013

EL ENTRENAMIENTO: un proceso de adaptación...

Primeramente definamos entrenamiento de manera fácil como el conjunto de ejercicios planificados y que persiguen un objetivo como fin último, es decir, el medio planificado para alcanzar unos objetivos, siempre para conseguir esos objetivos, no me cansaré de decirlo, objetivos para los chicos. No lo olvidemos.

Es por lo tanto necesario que pensemos, repasemos y demos las suficientes vueltas a nuestra cabeza, primeramente para proponer y establecer una serie de objetivos lógicos y alcanzables para nuestros pequeños y posteriormente, en nuestras sesiones, llevarlas a cabo de forma divertida e interesante para ellos.

Mayores retos alcanzables en nuestras sesiones suponen
la mayor atención, interés e implicación de los pequeños.
Pensemos en ellos y en que no paran de crecer y de mejorar con cada sesión que realizamos, por eso cada
una de ellas deben tener una estructura clara y una intención y deben proponer pequeños retos de forma paulatina con mayores dificultades que se incrementan con el paso de los días. Cada tarea debería suponer un pasito más, un pequeño reto que motive a la implicación, concentración y esfuerzo progresivo del pequeño futbolista para superarse a sí mismo; deben ser tareas que favorezcan esa adaptación e dificultades mayores, que exijan día a día mayores esfuerzos y que generen ciertas dosis de complacencia y felicidad para los pequeños tras superarlas; que no se conviertan en murallas imposibles que minen su esfuerzo; que premien el trabajo diario; y que ayuden a esa adaptación del pequeño, a esa mejora continua basada en la superación de obstáculos que paulatinamente les iremos incrementando.

Lo más importante, conocer a los pequeños, individualizar su evolución y plantearles retos adaptados a su nivel y capacidad, que puedan superar, que los motiven y que no los hagan sentir incapaces. Es realmente difícil pero, si se puede, llegar lo más cerca posible a eso, será de esta forma lo más adecuado para su mejora y crecimiento deportivo y personal. De nada valen las tareas repetitivas que no supongan la asunción de mayores dificultades. Todos necesitamos de retos y apuestas personales con uno mismo para sacar lo máximo de uno mismo y ser mejores cada día. Hagamos que ellos lo sientan así.

martes, 10 de diciembre de 2013

FÚTBOL BASE: el uso del balón...

El uso del balón en el entrenamiento de fútbol base debe ser obligatorio y fundamental, no hay ninguna duda. El balón, como esférico que es, presenta una gran dificultad de dominio a edades tempranas de aprendizaje; por lo que, sin olvidarnos de que esto es fútbol, debemos tratar de introducirlo lo más pronto posible en nuestras sesiones de entrenamiento y a poder ser en la totalidad de los ejercicios. Debemos tratar de que el pequeño futbolista se adapte a su uso cotidiano, a la mejora continua en su manejo, a su familiaridad y como consecuencia final a su adecuado dominio.

La importancia del manejo del balón es fundamental
ya desde edades tempranas.
Desde ya la parte inicial de la sesión, el calentamiento, hasta el último ejercicio el balón tiene que ser protagonista de nuestras propuestas. Todos sabemos que ciertos ejercicios no van a necesitar o pueden realizarse sin balón pero sería conveniente tenerlo siempre presente y darle a poder un uso cercano al 90-95% del tiempo de entreno, es primordial. Y es primordial hacerlo en los pies, apartarlo de las manos, entendiendo excepciones puntuales, pero siempre con el fin de acostumbrar a los pequeños a sentirlo y dominarlo con mucho cariño en sus botas. El objetivo es, pues, que dentro de la gran variedad de ejercicios que podemos aplicar, tratemos de diseñar o adaptar cada uno de estos trabajos y objetivos a tareas con presencia principal del esférico.

Y es que fútbol es fútbol, de nada vale ocupar gran parte de nuestras sesiones, que sí pueden tener alternativamente cabida, con trabajos por ejemplo físicos analíticos o tácticos que desprecien la presencia del protagonista, ya que en nuestro deporte nada es posible sin su correcto manejo y destreza a la hora de su contacto. Y qué mejor que empezar cuanto antes con ello.

Me duele ver niños de 6, 7 o 8 años corriendo sin rumbo fijo alrededor de un campo de fútbol, sin sentido. Me duele ver a uno de 8 o 9 subiendo escaleras con ritmo de carrera con objetivo de mejorar su aspecto puramente físico. Me duele verlos a todos realizando eternas sesiones tácticas y de estrategia a balón parado sin mayor objetivo que el de ganar y ganar más partidos. Nuestro objetivo es el de tratar, en mayor medida, de mejorar cada uno de estos aspectos en la medida de lo posible con un balón pegado a sus pies. Las consecuencias positivas, al tiempo.

domingo, 3 de noviembre de 2013

EL ENTRENAMIENTO: la coordinación...

Es, sin lugar a dudas, el aspecto que antes debemos comenzar a trabajar desde los niños más pequeños. La coordinación es un aspecto físico que, bien trabajado, nos permitirá dotar a los pequeños de una mejores cualidades técnicas, físicas y psicomotrices a lo largo de su desarrollo. Es, por lo tanto, pilar fundamental en el inicio de su desarrollo físico y futbolístico, base de su crecimiento y de la cual debemos partir en el aprendizaje de muchas otras direcciones. De nada vale tener otras muchas condiciones sin poseer, los pequeños, una buena capacidad de coordinación en sus movimientos que le lleguen a permitir en un futuro un mayor dinamismo, velocidad, agilidad y movilidad, sin olvidar las mejores técnicas y tácticas que por supuesto generará.

Lo ideal es comenzar a trabajar el aspecto de la
coordinación cuanto antes, a edades muy tempranas.
Andar y correr adecuadamente es lo primero para un niño deportista, a lo que debemos añadir una mayor movilidad en términos más amplios y con el pase de las sesiones como los movimientos en diferentes direcciones, los saltos, las entradas, el equilibrio... todo un conjunto de posibilidades que siempre será de ayuda al juego del niño dentro del terreno de juego. Todo ello, un compendio de posibilidades que, si no existe responsabilidad y capacidad de trabajo por parte del cuadro técnico, podrán lastrar un adecuado desarrollo de los propios chicos con consecuencias irreparables y que en nada ayudará a su crecimiento tanto deportivo como personal.

Es cierto que pueden parecer por lo general tareas lentas y pesadas a la hora de trabajarlas, a veces difíciles de llevar a cabo o de coordinar si no existe una dinámica de entrenamiento pero que, con su asentamiento en una parte de cada una de las sesiones de entrenamiento acabará llegando a ser clave en este trabajo y por supuesto muy divertido para el grupo de chicos, lo que evidentemente ayudará también a su asimilación y a un mayor ímpetu a la hora de su realización, cosa que claramente suma.

Son muchas las opciones, desde técnicas más profesionalizas a otras más caseras y prácticas pero que, en caso de falta de recursos que nos permitan acceder a materiales e instrumentación específica y siempre manteniendo la integridad física de los pequeños, evitando golpes o lesiones, podremos adecuarnos con materiales más comunes y de otros usos. Desde barras de plástico, escaleras de coordinación, setos, conos, balones, aros... hasta tubos de cañerías, conos altos, barras, telas... hay mil y una posibilidades.

domingo, 13 de octubre de 2013

EL ENTRENAMIENTO: de lo analítico a lo global y estructurado...

Primeramente describiré a grandes rasgos y esquemáticamente, entendible, los diferentes tipos de entrenamiento que se pueden llevar a cabo con esto del fútbol base:

El entrenamiento analítico, en el que se realizan acciones de manera aislada y repetitiva para que con el uso de un volumen cuantitativo importante se mejoren los ejercicios que se realizan. El entrenamiento integrado, en el cual se tratan de integrar esos ejercicios ya en el propio contexto del fútbol, aplicándolos de manera práctica a una forma más real, con rivales y con objetivos, entremezclado con otras numerosas acciones que complementan de manera integrada el ejercicio. El entrenamiento estructurado en que, además de lo anterior, se contextualizan ya de forma real y con unos objetivos específicos, lógicos y competitivos. Así a grandes rasgos.

Con todo esto no digo que el fútbol base deba ni abusar ni prescindir de algunas de estas formas de entrenar, sino que debe avanzar progresivamente por cada una de ellas y siempre teniendo en cuenta la edad de los pequeñajos, por lo general hacia modelos que se vuelvan más estructurados y reales, en los que pierdan protagonismo los entrenamientos pasivos, repetitivos y sin puesta en práctica real. Todo, siempre desde mi punto de vista, con balón de por medio. Esto es fútbol.

Es una tarea difícil y que requiere mucho tiempo pero, partiendo evidentemente desde los más pequeñitos de modelos analíticos para hacernos con la base, caminar hacia modelos más globales, integrados y finalmente estructurados, planteando problemas, observando soluciones, apreciando evoluciones y viendo crecer futbolísticamente y personalmente a los pequeños. Con un ejemplo, se ve claro: un niño, para solucionar un problema tiene que primeramente saber sumar, restar, etc. Una vez sabido eso, de nada vale repetirlo ilimitadamente sin buscarle una aplicación práctica como la solución de un problema. Esta es la evolución correcta, partir de lo básico, aportar entornos reales y repasar lo básico, cada cosa a su tiempo.

El objetivo es que lleguen a unas categorías superiores con una buena base formativa y con garantías suficientes para poder defender las categorías de los clubes a los que pertenecen o pertenecerán. Con el tiempo estas categorías se volverán más competitivas y necesitaran de ese esfuerzo del pasado que tanta paciencia ha requerido por los formadores. 

Con todo esto no quiero descartar ningún modelo ni metodología de mejora sino que quiero destacar una de ellas que me parece lógica, pensada y correcta a mi forma de pensar y ver las cosas en el fútbol base.

FOTO 1: http://www.futbol-tactico.com/es/futbol/63/el-portero/entrenamiento-del-portero-de-futbol-base-justificacion-de-nuestro-modelo-de-entrenamiento.html