Hoy en día y con los tiempos que corren todos sabemos que no está de más contar con la capacidad de poder defendernos en diferentes ámbitos, en diferentes temáticas y tener la posibilidad de adaptarnos a variadas alternativas que nos permitan optar a dispares oportunidades, entre las pocas que existen, que nos puedan surgir. Para ellos es fundamental disponer de un amplio abanico de conocimientos, de una base variada que nos permita poder reorientarnos, adaptarnos y aportar alternativas a un mundo tan cambiante.
Es necesario trabajar la polivalencia en edades tempranas, no tender a especializar a los niños tácticamente. |
Es el fútbol también un claro ejemplo de ello. Requiere de esa clase de jugadores que puedan ofrecer variedad de recursos y alternativas para poder, en caso de necesidad, salir al paso y ofrecer al técnico posibilidades óptimas y fiables antes la urgencia de una inmediata necesidad del equipo. Entra en juego ahí el fútbol base como elemento formativo y dotador de capacidades a los niños, como elemento enriquecedor.
Mediante él, debemos dotar a los pequeños; además de un amplio abanico técnico, físico y educativo psicológico; de una gran aportación experimental en materia de posibilidades tácticas, es decir, no podemos, por norma general, empezar por la especialización de posiciones ya que de este modo y de manera prematura, caparíamos al niño de diferentes posibilidades de riqueza, de desarrollo y de vivencias en diferentes demarcaciones en el terreo de juego.
Nuestra responsabilidad pasa por no marcar o cerrar de manera temprana el desarrollo futuro del pequeño. En nuestras manos queda el aportarle recursos y experiencias ricas en variedad, en este caso en permitirle el acceso a diferentes puestos dentro de un esquema táctico y a saber asumir y entender la "responsabilidades" deportivas que cada uno de ellos acarrea.
La polivalencia es una riqueza que el niño, en un futuro, agradecerá y desde luego verá premiada, ya que siempre le otorgará mayores alternativas de juego al técnico, junto con mayores capacidades para él y relativamente mayores posibilidades de éxito. El futuro le podrá venir marcado por su trabajo y es posible que dificultad de adaptación y de comprensión en la época de base, pero con delicadeza y un correcto trabajo explicativo seguramente pueda acarrear un correcto entendimiento sobre un tema que en su futuro futbolístico no será nada más que positivo y ventajoso competitivamente. La polivalencia táctica es una gran riqueza. La especialización, que tampoco es necesariamente mala, es mejor que llegue hacia edades más maduras.