martes, 13 de agosto de 2013

FÚTBOL BASE: la ducha...

Utilizo este título de manera metafórica para referirme al conjunto de actividades que realiza cualquier deportista antes y después del entrenamiento y de cada partido. Y es que a pesar de parecer sencillo y simple capricho de un club o de un entrenador, significa mucho más que eso para el futuro desarrollo del niño.
La reunión previa y post partido y entrenamientos es
una parte más del trabajo formativo, este no acaba al
salir del campo.
Tanto el momento previo como posterior a la actividad en este caso futbolística, son momentos en los que los chavales llegan, comienzan su encuentro con el resto del grupo, habla, cuentan sus historias, comparten anécdotas, se aprenden a cambiar sólos, se atan los cordones y se preparan para la actividad; posteriormente, se duchan, se visten, vuelven a hablar, discuten, se animan, se recriminan y puntualizan situaciones que vivieron en el campo. Pienso que todo ello lo deben hacer ellos sólos o como mucho en presencia del entrenador o monitores del club, gente de confianza y aparte de los padres.

De nada vale llegar a entrenar directamente y saltarse ese momento previo. De nada vale acabar y marcharse a toda velocidad y sin ducharse a casa. Son momentos necesarios, de equipo, de convivencia y por supuesto de crecimiento y madurez, tanto personal como deportiva y colectiva. Son momentos que a la vez forman parte de una disciplina de equipo, de unas costumbre propias de este deporte, así como de otros, y de una fase más en el aprendizaje y en el crecimiento de los pequeños. Para mí, son normas que se deberían ya ir introduciendo progresivamente desde bien pronto. Son momentos de ellos y del equipo.

FOTO 1: http://www.futbolsalou.es/instalaciones-deportivas/vestuarios

martes, 6 de agosto de 2013

FÚTBOL BASE: el papel del entrenador...

Este es un tema delicado debido a la multitud de opiniones generadas alrededor del mismo y por lo general, aunque no siempre, lleva al entrenador o monitor a tropezar y seguir su camino por la dirección equivocada, aunque ya digo, no siempre.

A edades tempranas debe prevalecer el carácter formativo
del entrenador-monitor
A estas tempranas edades, cuando los niños no juegan al fútbol nada más que para divertirse y formarse en nuevos conocimientos, el papel del entrenador, también llamado monitor o educador no es el de conseguir su propio éxito ganando para ello el mayor número de partidos a cualquier precio, no es ganar ligas, no es cargarse de victorias en torneos, como muchas veces podemos comprobar. Es cierto que el propio entrenador también debe crecer, aprender y mejorar con el tiempo y las victorias pero que quede claro que no es mejor ni le corresponde a esta estapa de su carrera como entrenador conseguir esos objetivos. Recordemos que esto es fútbol base, para formar a los niños y también formarnos nosotros mismos.

Su papel, aunque nuestra tarea se aprecie desde un punto de vista externo como un pasatiempo y parezca una terea fácil, no lo es. Se tendría y tiene que basar en conseguir proporcionar todos los medios a nuestro alcance, tanto materiales como inmateriales, con el fin de tratar de transmitir y facilitar a los pequeños todo un conjunto de conocimientos de lo más diverso que supongan un aprendizaje individual primero y consecuentemente colectivo y de grupo para que el propio niño, aprovechando sus capacidades naturales consiga mejorarlas con la mayor naturalidad y facilidad posibles en su proceso de aprendizaje y crecimiento. No es nada fácil, ya que todo ello habría que adaptarlo a cada edad y por supuesto conjugarlo con un gran porcentaje de diversión y objetivos como propuesta principal.

En fin, educar, trabajar las relaciones en un entorno grupal, desarrollar un trabajo técnico continuo y desde luego no olvidar el apartado psicológico. El papel no es ganar, no es ganar por ganar, no es ganar porque sí, no es rellenar tiempo. Es aprender, mejorar, trabajar para en base a eso poder ganar con el paso del tiempo. Pero un grupo son todos los jugadores que entrenan, son todo el equipo, a estas edades hay que cuidar mucho esto.